El final de los sueños...

Ayer se suponía que era el día señalado, el día en que la vergüenza, el miedo o la incertidumbre tocarían fin. Cuando toda la espera, y los sueños debían tocar su punto máximo, en realidad solo estaba suponiendo un final. El final de mi pequeña burbuja de cristal. El punto donde la verdad sería la unica posibilidad de una forma de vida.

Ayer...

Era el despertar de una mañana de cielo gris, con llovizna y un viento del norte que erizaba hasta la piel.

Era el abrir los ojos a una nueva dimensión, a un nuevo mundo donde el sofocante calor no tiene sol, donde la lluvia quema, donde no existe más que la aridez de un pensamiento vacio y unos sueños muertos.

Hoy...

bajo la anestesia de lo que supone el día de ayer, es la sensación de tocar fondo. Del pensamiento de la nada, no tengo nada...nada que perder. Aunque lo peor de todo es saber o darse cuenta que en realidad nunca lo habia tenido. ¡Ilusa! si, llamadme ilusa por haber tenido una ilusión.

Pero ya si que... "Colorín, colorado, este cuento se ha acabado".

Hasta aqui mis sueños y mi pasado. A partir de ahora, sin sueños, solo construyendo la vida con mis propias manos. O mejor dicho, reconstruyendo lo que quede de mi. mi nuevo yo, sin nada, sin artificios ni pensamientos, sin nada que aportar o que valga la pena.

¿Para que confiar o buscar o esmerarse en algo si el final siempre es el mismo en esta vida?

Una vez más caer... ¿para que volver a levantarse si realmente en el suelo no se está tan mal?, más abajo de ahi ya no va nada.

Así que una vez muerta de pie, ya no importa caer de rodillas, ya has muerto.